Encontrar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal es un desafío constante que todos enfrentamos. Puede que tengamos una buena razón para aumentar las horas que pasamos en el trabajo: ganar un ascenso, tener una racha de mucha presión de trabajo o cumplir con una carga de trabajo que surgió debido a los despidos. Sin embargo, la realidad es que el estrés relacionado con el trabajo afecta nuestra vida en el hogar.
Fatiga: Sentirse soñoliento afecta la concentración y conduce a errores en el trabajo.
Perder el contacto con amigos y familiares: Si trabaja demasiado, no puede asistir a las reuniones de su familia y se sentirá fuera de grupo. También se hace difícil atender a las amistades cuando no estamos disponibles.
Comience por evaluar su relación con el trabajo. Luego implemente estrategias específicas que lo ayuden poco a poco a alcanzar un equilibrio más saludable.
Controle su tiempo. Decida lo que es necesario y lo que le satisface más. Elimine actividades que no sean necesarias o que otras personas puedan hacer.
Aprenda a decir que no. Cuando deje de hacer lo que usualmente acepta hacer por un sentimiento de culpa o un falso sentido de la obligación, podrá tener más oportunidad de hacer lo que más le satisface y disfruta.
Deje el trabajo en la oficina. Decida separar el tiempo de trabajar del tiempo personal. Cuando esté con su familia, apague su celular y no toque la computadora.
Administre su tiempo. Haga lo que sea necesario y deje el resto. Organice las tareas de la casa de forma eficiente, como hacer mandados por partes o lavar un poco de ropa cada día en vez de acumularla para cuando tenga un día libre. Marque las reuniones de su familia en un calendario y mantenga una lista de sus tareas diarias.
Planifique las diversiones. Cuando planifique la semana, deje tiempo para su familia y amigos y para las actividades que le ayuden a recuperarse.
No haga actividades que le consuman tiempo y energía. Limite su tiempo en Internet y en los sitios de comunicación social y limite chatear con sus compañeros de trabajo.
Haga ejercicios todos los días. Salga a caminar antes de desayunar. Monte bicicleta los fines de semana. Alterne el ejercicio. Un plan estable de ejercicios estimula su nivel de energía y la habilidad para concentrarse.
Cuídese. Coma alimentos saludables, haga ejercicios como parte de su rutina diaria y duerma lo suficiente. Haga tiempo cada día para una actividad que disfrute, como practicar yoga o leer. Mejor aún, busque actividades que pueda hacer con su pareja, familia o amigos, como escalar las montañas, bailar o tomar un curso de cocina.
Recuerde que un poquito de relajación hace mucho bien. No se atormente pensando que necesita hacer grandes cambios para lograr un balance en su vida. Póngase metas realistas, como tratar de irse de la oficina más temprano una noche a la semana.
Sepa cuándo buscar ayuda profesional. Todos necesitamos ayuda de vez en cuando. Si su vida le parece muy difícil de controlar y esto le preocupa, hable con un psicoterapeuta o algún profesional de la salud mental. Si su empleador ofrece un programa de ayuda al trabajador (EAP, según siglas en inglés), aproveche estos servicios.
Muchas ofrecen apoyo para el bienestar mental, incluyendo este proveedor de servicios VCBH: